miércoles, 1 de octubre de 2008

Pescador enturbantado, Iquique milenario...

Este es un diseño pa difundir sin fines de lucro nuestra cultura costera arqueológica, que mas que hundir sus raices en esta tierra, mete sus pies en la orilla del mar y se interna en las aguas costeras, creando por miles de años una cultura tan afiatada a la costa desertica que nos ha marcado tan profundamente.

He vivido particularmente muy apegado al mar, no por lo espacial (ni en una casa bote, jaja) sino por tradición familiar... indigenas isleños del sur de Chile, navegantes colonos, antiguos constructores de lanchones chilotes, pescadores y mariscadores agricultores, cazadores (gateros) y un padre buzo y mariscador con una madre maillenca radicados en Iquique desde hace 4 decadas, en fin toda la gama, inlcuyendo mercantes (aunque no tripulantes pesqueros, debe haber por ahí).

La mar nos marca, cada habitante costero sabe y reconoce los recurso, conoce donde buscar los exquisitos y nutritivos mariscos, sabe desafiar los tumbos marinos u olas rompientes cerradas, transformando la rebelde ola en un baño desafiante que se torna juego alegre.

Reconocemos ademas lo vital que ha sido en la costa desertica, el vergel oceanico, y eso viene de tiempos inmemoriales, tradiciones transmitidas a través de familias, comunidades y a través de toda la costa.

Ser costero varía pero mantiene similitudes muy íntimas a lo largo de toda la gran costa, las tecnologías de subsistencia como chopes o desconchadores, arpones, ansuelos, chinguillos o mallas, pesos de red, plomadas, y varios etc., son casi una norma de productos o artefactos que se van presentando en cada cultura de las costas aun sean muy distantes entre sí.

Veo en mis memorias respuestas arqueológicas, y reconosco que ha nacido en y para nuestra región una nueva camada de arqueolog@s, que poseemos una visión émica (visión de un integrante sobre su mismo grupo), lo que en un futuro muy cercano nos permitira tener nuevos acercamientos al pasado arqueológico de nuestra región con una gran validez etnoarqueológica.

De hecho, he comenzado a pensar que la arqueología Chilena tendra un vuelco inesperado al haber salido de las elites y el centralismo, pues ahora con escuelas regionales se da esta posibilidad de interpretación émica, y se dara que las explicaciones ya no seran escritas para el entendimiento de la academia centralizada, como una traducción para los "otros", sino que por el contrario, seran escritas para explicar la profundidad de nuestras raices a nuestras propias comunidades, conocimiento para nosotros. ES revitalizar la memoria local.

En años anteriores cuando se centraba la academia en el centro de nuestro país, si bien habia acceso sin discriminación (mientras se tubiera el recurso económico) no existia la posibilidad de que los estudiantes de regiones revitalizaran sus tradiciones, por el contrario uno en santiago es mas bien absorbido y direccionado hacia el pensamiento occidental científico cosmopolita. Es distinto entrar a la U desde una clase economica baja dentro del mismo centro, que desde regiones, pues somos distintos culturalmente, existen códigos muy diversos por toda una vida en determinado entorno.

Eso nos ha llevado en regiones a ver la arqueología como una herramienta con respuestas para incognitas que hoy se le presentan a nuestras comunidades, y no tanto como "la profesión", pues los temas de investigación pasan no solamente a ser un problema de investigación solo por generar conocimiento, sino que se nos enreda en nuestros propios problemas como comunidad, comprender los modos de subsistencia en la costa por ejemplo, no solo responde a una investigación especifica, tambien respondera a la memoria de nuestras familias, no fielmente pero arrojara luces sobre nuestros propios modos de subsistir en la costa, y eso indiscutiblemente nos llevara a una revaloración de nuestros pueblos.